No sé si te ha pasado, pero hay tiempos que el adorar es la última cosa que quieres hacer. Tal vez estes cansado, desanimado o frustrado pero hoy te queremos recordar algo. Nuestra mejor preparación sucede en lo privado.

Todo líder pasará por altos y bajos y es muy fácil olvidarnos de lo más básico y principal. Si te estás identificas con esto, te recomendamos lo siguiente:

1. ADORA EN PRIVADO.

Toma unos minutos cada día fuera de tu rutina para sentarte y pasar un tiempo con Dios. Estos momentos nos ayudan a mantenernos conectados con Dios y asegurar que podamos tomar un momento para respirar profundo y refrescar nuestro espíritu.

2. ESCUCHA A TU CUERPO.

De igual manera que tu cuerpo necesita ejercicio para mantenerse activo y sano, nuestra mente necesita descanso y atención. Como líderes, hay muchas cosas y responsabilidades que cargamos todos los días que pueden llegar a causar ansiedad, depresión y hasta rencor si no les ponemos atención.

3. DESCANSA.

Nosotros no podemos ser excelentes lideres sin entender el valor del descanso. Líderes que no entienden esto no podrán dirigir en excelencia y muchas veces terminan llenos de frustración. Para dirigir en excelencia tenemos que empezar más allá de la plataforma. Tu talento no será suficiente para construir un excelente equipo o ministerio.

El trabajo más importante de un líder empieza dentro de su ser. Esta es la única manera de prosperar en tu ministerio y liderazgo.