ADORACIÓN
¡Mi respuesta a Dios!
«He sabido de ti sólo de oídas, pero ahora mis ojos te ven. Por eso me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza.» (Job 42:5-6 LBLA)
¿Te has puesto a pensar en esta palabra? ¿Como reaccionamos ante una situación que requiere nuestra atención urgente? ¿Como respondemos ante una persona que no nos parece interesante? ¿Como reaccionamos ante una persona que admiramos? ¿Como pensamos de alguien que amamos? ¿Que seriamos capaces de hacer?
Nuestra vida está llena de situaciones en las que nuestra manera de reaccionar se ve puesta en acción, ya sea ante algo diario o alguna persona y nuestro cuerpo responderá a cada reacción que tengamos en la mente y corazón. Como pienso de algo o alguien así mismo reflejo ciertas respuestas. La Biblia dice: «...pues como piensa dentro de sí, así es.» (Proverbios 23:7 LBLA). De la misma manera que pienso y creo en Dios, así está siendo reflejada mi devoción, mi pasión y mi respuesta a Dios. Y de la misma manera que respondo a Dios así es mi adoración a Él. Hemos leído que donde está mi tesoro allí esta mi corazón, y es cierto porque también donde está tu corazón allí esta tu adoración. A veces pensamos que por cantar algo de música tranquila o cristiana o ir a la iglesia y cumplir con nuestro domingo ya es suficiente. A veces cumplir una agenda personal en el ministerio sería suficiente. Pero la verdad es que cuando tenemos un alto concepto de Dios, nuestra relación con Jesús debería ser aun mejor y más apasionada. Debería ser más agradecida por todo lo que Él ha hecho en y por nosotros. pero más por ¡todo lo que Él es!